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A veces, llamar a las cosas por su nombre resulta algo aburrido y rutinario, tanto que incluso inventamos nuevos términos o expresiones para acciones que han existido desde siempre. Y no solo eso, sino que además las bautizamos con nombres de países. Es algo realmente curioso, sobre todo en el sexo, donde muchas de las posturas y formas de dar placer obtienen su seudónimo de algún país. Por ejemplo, hacer una cubana no es más que masturbar el pene de un chico entre las tetas de una chica. Sin embargo, ese nombre se han convertido en algo tan habitual que hoy en día son pocos los que no lo utilizan. Es cierto que a veces, estas expresiones cambias según el país, pero la mayoría de ellas se mantienen. La necesidad de darles un sobrenombre suele proceder del tabú que el sexo ha representado siempre en la sociedad. Era una forma de hablar en código, aunque a estas alturas todos conocen ya lo que es un griego o un francés.

Si nos vamos al origen etimológico de estas expresiones no tardaremos en dar con curiosas teorías que aluden a momentos históricos puntuales. Por ejemplo, no fue hasta finales del siglo XIX, como pronto, cuando se empezó a utilizar el término francés para designar a las felaciones. El sexo oral ha existido desde siempre, pero no es hasta ese punto cuando se decide llamarlo de esa manera. Es probable que anteriormente, este tipo de prácticas tuvieran otros sobrenombres, pero la mayoría no han sobrevividos. ¿Y por qué entonces se le designa como francés? Hay varias teorías al respecto de esto. Algunas aluden a los cabarets picantes de finales del siglo XIX y principios del XX en París, donde solían llevarse a cabo espectáculos muy subidos de tono. En ellos era habitual ver a las mujeres practicar sexo oral a los hombres en vivo y en directo, algo que llamaba mucho la atención de los extranjeros. Es por eso que entendieron que aquello era algo propio de aquellas mujeres, y lo llamaron hacer un francés. La teoría se extendió posteriormente, con las dos guerras mundiales, y hoy en día es uno de los servicios favoritos de los clientes del sexo de pago.

Qué es el francés natural

Hay términos que se utilizan de forma demasiado genérica, lo que conlleva cierta confusión a la hora de concretar a qué se refieren en realidad. Otros, sin embargo, son tan específicos que no consiguen llegar a la gente adecuada, y no se hacen de dominio público. Por fortuna, el término francés, en relación al sexo, sí que es conocido por todos, y en todo el planeta por igual. Cuando alguien habla de hacer un francés, sabemos que se está refiriendo a una felación, una mamada, sexo oral a un hombre, en definitiva. Sin embargo, de ese término general y conjuntamente aceptado han nacido otros algo más específicos, como el de francés natural.

¿En qué consiste el francés natural? Pues en algo tan sencillo como realizar una felación al chico sin ponerle condón. Es decir, mamar su pene a pelo, sin ningún tipo de protección extra. Evidentemente, este tipo de francés suele dar mucho más placer tanto a los chicos como a las chicas que lo  proporcionan. La propia expresión “natural” se refiere a que es la manera habitual de hacerlo, como se lleva haciendo desde hace siglos, antes de la llegada del preservativo. De hecho, en este tipo de francés natural se suele utilizar mucho más la lengua y la lubricación natural de la boca a través de la saliva, para dar aún más placer. Hay chicas que disfrutan mucho del francés natural y otras que solo aceptan hacer una mamada si es con protección, para evitar ciertas enfermedades venéreas.

Una de las fantasías más recurrentes de los hombres

Si llevamos siglos con esto del sexo oral, a estas alturas debería ser algo totalmente aceptado y normal en el sexo, ¿verdad? Pues por desgracia no es así. Y lo peor es que esa “mala fama” del sexo oral viene de lejos, incluso desde la Antigua Grecia. Los hombres y mujeres que llevaban a cabo estas felaciones eran considerados indignos y sucios. La boca, se suponía, no estaba para eso. Esa connotación peyorativa sigue estando muy presente en nu8estros días, aunque en sus fantasías, los hombres siempre sueñan con el mejor francés natural de sus vidas. Lo ven en el cine, especialmente en el porno, y saben que es un placer delicioso para disfrutar. Sin embargo, no muchas chicas se atreven a llevarlo a cabo, puesto que temen ser consideradas “facilonas”. Esto hace que en muchos casos, los hombres que quieren disfrutar de una buena mamada tengan que acudir a las profesionales.

Con y sin terminación

Las escorts sí que suelen ofrecer este servicio, ya que entra dentro de lo que para ellas son las relaciones habituales con los clientes. De hecho, es normal que después de algunos preliminares, la amante profesional consiga darle una erección al cliente a través de una mamada. En otras ocasiones, este servicio puede ser incluso el único que la chica lleve a cabo, sin pasar al coito. Es algo habitual en mujeres que trabajan en la calle, y que realizan muchos servicios al día. Es algo rápido, y muy económico en comparación con  otros servicios sexuales, así que los hombres suelen pedirlo bastante. De hecho, hay dos versiones de este servicio, con y sin terminación. El francés natural sin terminación sirve para que el chico se venga arriba y esté preparado para algo más. El francés natural con terminación es un acto sexual en sí mismo, llegando el chico a la eyaculación, ya sea en la boca de la chica o en otra parte de su cuerpo, según acuerden.

Algunas escorts no lo realizan

A muchos hombres les sorprende, sin embargo, que al pedirle un buen francés natural a una escort, esta se niegue a hacerlo. En su cabeza, las chicas deberían estar dispuestas a llevar a cabo cualquier tipo de servicio que el cliente les pida, porque como se suele decir, “siempre lleva la razón”. Sin embargo, aquí nos encontramos con la decisión inamovible de muchas escorts que no realizan ningún acto sexual directo, como felaciones o coitos, sin ponerle protección al cliente. Pueden hacerte un francés, incluso con terminación, pero tendrás que ponerte condón, así que ya no será natural. Son sus condiciones y puedes aceptarlas o buscar a otra chica que sí esté dispuesta a llevarlo a cabo.

¿Por qué estas escorts se niegan a hacer algo así, si para ellas el sexo es natural? En la mayoría de casos tiene que ver con el peligro de coger una enfermedad de transmisión sexual por esta vía. No es tan probable como con  el coito, pero hay algunas que sí que se transmiten a través del sexo oral. Y para una escort cuyo trabajo es el sexo, tener una ETS puede suponer una experiencia traumática, y acabar incluso con su trabajo. Por eso son extremadamente cuidadosas en ese sentido. De la misma forma que la mayoría no te va a dejar penetrarla sin protección, muchas tampoco quieren hacer un francés sin utilizar condón. Se sienten más seguras de esa forma, y es algo que hay  que respetar. De todas formas, existen otras muchas amantes que sí que ofrecen el francés natural, incluso con prácticas especiales como la garganta profunda.