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La diferencia entre hombres y mujeres no tiene que ver solo con nuestros cuerpos, o con nuestros trabajos, nuestros sueldos o nuestros derechos. Por fortuna, todo eso se está haciendo cada vez más igualitario. La forma de pensar, sin embargo, sigue siendo muy diferente, y es que así debe ser. Los hombres y las mujeres han evolucionado mentalmente de formas muy distintas, y aunque pueden compartir bases de pensamiento, la forma de analizar la realidad es distinta. De hecho, también lo es la forma en la que cada uno se adentra en el amor, en la pasión, en el deseo, en el sexo. Aquí todavía hay muchas cargas y tabúes que hacen que la liberación sexual de la mujer no sea completa a día de hoy. Todavía se sigue viendo mal que una chica se acueste con varios chicos, algo que en ellos es visto como un triunfo.

Las mujeres están siendo capaces de tomar sus propias decisiones también en el terreno sexual, algo que hasta hace tan solo unas décadas parecía impensable. La sumisión ya ha dejado de ser una opción, y ahora las mujeres empoderadas tienen más facilidades para decidir cómo quieren entregarse al sexo y con quien. Y eso, poco a poco, se está normalizando, como el propio hecho de que las chicas también disfruten con la pornografía. Esta industria, que sigue siendo mayoritariamente masculina y dirigida a los varones, cada vez piensa más en las mujeres. Estamos hablando, al fin y al cabo, de la mitad de la población mundial. Sería una estupidez dejarlas fuera del público objetivo solo por tener ese pensamiento cerrado de que a ellas el porno no le interesa. Solo hemos de entender qué tipo de porno disfrutan las mujeres, y crearlo también para ellas, al igual que lo hacemos para los hombres. Ese tabú también está desapareciendo, por suerte, y a estas alturas no es extraño encontrar a chicas que reconocen que ven porno de forma asidua. De hecho, ya hay varios estudios que han recogido esas preferencias, para tanto el público general como las propias productoras tomen nota.

Un género también para las féminas

El porno es, más que un género, un tipo de cine en el que siempre hay imágenes sexuales explícitas. Eso es lo que tienen en común todas las películas o escenas que vemos en Internet. El sexo es real y se ve en cara de forma clara, sin censura. Sin embargo, dentro del porno existen muchísimos géneros, que pueden estar clasificados por el tipo de chica (o chico) que aparece, por la acción que predomina en la escena, etc… Esos géneros se convierten en categorías que podemos encontrar en cualquier plataforma de vídeos porno, perfectamente reseñada. Desde Rubias hasta Teens, pasando por Lesbianas, Transexuales o Porno en Público. Todo tipo de categorías de entre las cuales casi siempre tenemos alguna que otra favorita.

Lesbianismo, sexo amateur y chicos negros bien dotados

Dentro del gran número de categorías que vamos a encontrar en estos sitios, alguna de ellas tremendamente concretas y particulares, las mujeres suelen elegir unas cuantas como favoritas. Las propias estadísticas de estos sitios web sirven para darnos cuenta de los gustos que las mujeres tienen a la hora de ver porno, aunque es cierto que en ocasiones solo se conoce su sexo o género, pero no su orientación sexual. Por eso no es extraño encontrar las escenas lésbicas como las que más se consumen por parte de las mujeres al ver porno. ¿Estamos hablando de que todas las chicas que ven porno son lesbianas? No, ni mucho menos, pero parece claro que a las chicas les excita, o al menos les genera curiosidad, ver escenas solo entre mujeres.

El sexo amateur es otra de las categorías que más se suelen repetir en este tipo de estudios sobre el porno favorito para las mujeres. Las productoras a veces gastan miles de dólares en alquilar una imponente mansión, pagar a los actores más populares o crear una filmación cien por cien profesional. Y sin embargo, lo que las usuarias buscan es esa escena de sexo amateur grabada cámara en mano por una chica y su pareja en su dormitorio. Con mala iluminación, con poca estabilidad en la imagen, pero con todo el morbo de saber que esas personas podrían ser ella y su chico… Esto es lo que hace que estas escenas triunfen. Pero tampoco debemos quedarnos solo con el sexo amateur. Las chicas también saben lo que quieren en un hombre, y por eso las escenas con grandes rabos negros están entre las más vistas por las mujeres.

El porno para mujeres, más sensual

Como podemos comprobar con estas tres categorías, que son solo una pequeña muestra de los gustos femeninos en el porno, las preferencias son muy variadas. No es que las chicas solo vean un tipo de porno, es que disfrutan de algo bastante general y diferente. Porque como pasa con los hombres, a veces tienen ganas de algo más intenso y otras veces prefieren algo más soft. En general, según se destaca de las conclusiones de este tipo de estudios, las mujeres suelen buscar algo más sensual, y no tan rudo. Agradecen que la escena sea elegante y tenga mucho juego previo, así como una posición importante de la mujer. No se trata solo de llegar y empezar a follar como locos. Los preliminares son importantes.

Los expertos aseguran que las mujeres son mucho más imaginativas que los hombres a la hora del sexo. Ellos son más visuales, y se excitan fácilmente con imágenes explícitas como las de cualquier escena porno. Pero a ellas se las excita con la imaginación, permitiéndoles tomar las riendas de esa fantasía en su mente. Es por eso que en muchas ocasiones, el softporn también triunfa entre las chicas. Se trata de sexo real, pero donde no se muestran imágenes explícitas, sino más bien censuradas, sin planos de genitales ni nada parecido. La chica tiene una escena excitante ante sí, pero no tan explícita, así que puede jugar con su imaginación. Muchas productoras, especialmente europeas, se han preocupado ya por ofrecer un porno más enfocado al deseo y a las fantasías femeninas. En este terreno destaca la directora hispano-sueca Erika Lust.

Las preferencias de las peruanas

Aunque no todos los usuarios lo hacen, cuando alguien entra en una plataforma como Pornhub o Xvideos puede incluir su información personal, al menos su género. Esto ayuda al sitio a ofrecerle una selección más personalizada de escenas y categorías. Como la información también llega a través de una IP concreta, la base de datos del sitio web sabe cuando hay mujeres peruanas conectadas, y el tipo de porno que ven. Así se puede hacer un estudio por países, y centrándonos en el nuestro, hay  que decir que las mujeres peruanas tienen un gusto evidente por el sexo anal. La mayoría de peruanas que ven porno se decantan por esa opción, por encima de las escenas lésbicas, que son más habituales en el resto del mundo. También disfrutan de la producción local, quizá para ver a mujeres más parecidas a ellas que las gringas, o por escuchar los gemidos de placer en su idioma original.