¿Alguna vez te has parado a pensar en la importancia que tiene el sexo en tu relación de pareja? En muchas ocasiones simplemente damos por hecho que es una parte fundamental, imprescindible, que debe fluir para que todo vaya bien, pero llega un punto en el que eso no ocurre tan a menudo. Al principio de la relación, especialmente entre dos personas jóvenes, el sexo siempre encuentra su lugar porque es, además, uno de los principales alicientes para estar con alguien. Es algo obvio que sentimos un deseo mucho más intenso a esas edades, con alguien que acabamos de conocer. Todo es nuevo, más excitante, más intenso. Pero esto no dura para siempre, y a poco que hayas tenido varias parejas, aunque sea por unos meses, habrás podido darte cuenta de que las dinámicas cambian mucho con el tiempo.
Es algo natural y ocurre en todas las parejas. Claro que también existen esos novios que parecen estar en una luna de miel constante durante años, disfrutando del sexo a los 40 como a los 20. Esa situación, sin embargo, no se da sin más, se debe trabajar, como cualquier otro aspecto de la relación. Podemos dejar que todo fluya, pero al final debemos hacernos cargo de lo que estamos sintiendo, de cómo estamos manejando la relación y hacia dónde queremos que vaya. Porque de lo contrario, la rutina y el aburrimiento podrían acabar con todo, como ocurre en tantísimas relaciones. Y esto también atañe al sexo, que pasa de ser algo divertido y muy especial a convertirse sencillamente en una parte más de la relación. Casi como ir a hacer la compra o a visitar a los padres para almorzar con ellos el fin de semana. Tal vez estemos exagerando, y sabemos que las dinámicas cambian con el tiempo, pero la necesidad de mantener viva la llama de la pasión es absolutamente real. No podemos conformarnos con tener relaciones por pura inercia un par de veces a la semana, después de haber conseguido la estabilidad en otros aspectos de la relación. El deseo siempre estará ahí, y hemos de aprender a canalizarlo a través de nuestra propia pareja.
Una buena forma de devolver la chispa al sexo
Existen muchísimas formas de reavivar esa llama de la pasión entre dos personas que se quieren y se gustan. Partimos de la base de que esas condiciones se cumplen en cualquier pareja, porque de lo contrario tendríamos que plantearnos muy seriamente qué hacemos con esa persona a nuestro lado… El deseo va cambiando, y es obvio que no podemos estar todo el tiempo como los primeros meses de relación, cuando aprovechábamos cualquier oportunidad para dar rienda suelta a nuestro vicio. Hay que entender también que los tiempos cambian, la edad se hace notar, pero eso no puede ser una excusa para borrar el sexo de nuestras prioridades. Una buena pareja mantiene relaciones no solo porque las disfruta, sino también porque sirve para reforzar ese vínculo, tanto físico como emocional, y calibrar los deseos y ansias. Buscar la manera de prender la llama es importante, y el tema de grabarse con una cámara, como estrellas del porno, puede ser una alternativa perfecta.
Solo se necesita una cámara
En la película de comedia Sex Tape, protagonizada por Cameron Diaz y Jason Segel, un joven matrimonio trata de recuperar el deseo grabando una película porno privada. El problema es que el vídeo termina colgándose en la red, y para recuperarlo, la pareja se mete en todo tipo de enredos. El filme nos contaba, en tono jocoso, cómo una pareja ya acomodada busca nuevas experiencias para seguir disfrutando de una relación fluida y sana, también en lo sexual. La incomodidad inicial de enfrentarse a los tabúes sexuales que todavía imperan en la sociedad, frente a la necesidad de disfrutar de un placer ardiente con la persona que queremos. Esto ocurre muy a menudo entre las parejas más jóvenes, aunque es cierto que nosotros tenemos ya una mentalidad mucho más abierta en ese sentido.
Una generación que ha crecido grabándose y fotografiándose con poca ropa para enviarlo a sus ligues está mucho más desinhibida a la hora de grabar un vídeo de este tipo con su pareja. Especialmente cuando se trata de algo privado, algo que solo vamos a ver nosotros, y que nos sirve para tomar una referencia de nuestra propia relación, como veremos ahora. Lo mejor es que resulta muy sencillo ponernos a grabar cualquier encuentro sexual que tengamos, porque solo necesitamos una cámara. El propio teléfono móvil ya viene con una muy buena incorporada, así que tendremos a nuestro alcance esta opción en cualquier momento. Colocar el teléfono grabando en el sitio adecuado y dar rienda suelta a nuestra pasión, o incluso tenerlo encima y grabar primeros planos, como hacen en muchas películas… Aquí es donde nuestra imaginación toma el poder.
Videos privados para mejorar en la cama
Aunque la libertad sexual es hoy en día mucho mayor que en otros tiempos, y las nuevas generaciones vienen con la mente abierta, todavía hay muchas reticencias a grabar este tipo de vídeos. Y en parte sigue siendo lógico, sabiendo lo que puede ocurrir con ellos si caen en malas manos, contra nuestro consentimiento. Disfrutar del sexo es algo totalmente natural que no debería escandalizar a nadie a estas alturas, pero sigue siendo una parte muy privada de nuestras vidas, y para muchos, debe quedarse así. Nadie tiene porqué vernos mientras lo hacemos, porque al final la sociedad sigue señalando y estigmatizando este tipo de comportamientos al hacerse públicos, especialmente en las mujeres. Por eso debemos confiar al cien por cien en nuestra pareja a la hora de grabarlos y mantenerlos siempre a salvo, en total privacidad.
¿Para qué sirven estos vídeos? Lo primero, para divertirnos y darle un poco de más de pimienta al sexo cuando ya empezamos a notar que estamos cayendo en una rutina sexual con nuestra pareja. Tener una cámara grabándolo todo nos marcará a la hora de implicarnos en el placer. Seguramente queramos “lucirnos” más al principio, aunque de forma natural, lo iremos normalizando. Luego podemos comprobar el resultado del vídeo, y por primera vez, vernos desde fuera mientras lo estamos haciendo. Analizaremos, siempre de manera constructiva, nuestro desempeño y el de nuestra pareja, y seremos mucho más conscientes de nuestra intensidad en la cama. La grabación de estos vídeos puede servir también para buscar nuevas alternativas, como posturas diferentes, nuevas formas de placer, etc…
Subirlos a la red, una opción más excitante
Tenemos los vídeos grabados, nos hemos divertido mucho y hemos aprendido incluso que nos excita vernos así, desde fuera. La vergüenza que pasábamos al principio se ha esfumado, y ahora incluso nos esforzamos por parecer auténticas estrellas del porno, siempre dentro de nuestras posibilidades. Ahora, ¿por qué no dar un paso más y colocar esos vídeos en la red, donde todos puedan disfrutar con ellos? Hay parejas que sienten ese morbo excitante de subir sus propios vídeos a las plataformas porno, para que millones de personas los vean. Lo hacen a cara descubierta, o también difuminándose el rostro para no ser reconocidos. Puede incluso convertirse en un negocio, si sabemos cómo encauzarlo y estamos dispuestos a ganar dinero como pareja porno amateur. Eso sí, esta decisión debe ser muy meditada, ya que cuando subimos algo a la red, eso queda ahí para siempre.v