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La alimentación es, como seguramente ya sabrás, uno de los pilares básicos de nuestra salud. Necesitamos comer y por supuesto, siempre estamos buscando la forma de ingerir los mejores alimentos para tener energía y fuerza, y sobre todo, para que nuestro organismo vaya como un reloj. Sin embargo, a veces nos dejamos llevar más por el sabor de un plato que por lo sano que sea. Ya sabemos que hay alimentos más adecuados y otros menos adecuados, sobre todo si los comparamos en cuanto a su salubridad. Siempre se afirma que es mejor comer alimentos naturales, algo que parece una cosa muy obvia pero que en los últimos tiempos, con el avance de los ultraprocesados, se ha convertido en un verdadero problema porque la mayoría de personas se alimentan con estos productos que suelen ser más baratos y fáciles de preparar, pero también menos sanos.

La comida ultraprocesada ni siquiera es comida, o al menos así lo defienden muchos nutricionistas que la catalogan más bien como preparaciones industriales que no contienen ningún alimento completo, sino una larga lista de muchos que además han pasado por procesos diferentes, hasta desnaturalizarlos por completo. Estos alimentos tienen un sabor más intenso y eso provoca también que gusten más, o que la gente disfrute más con ellos que con los alimentos naturales y su sabor. El problema es que estos ultraprocesados son muy nocivos para nuestra salud, y su consumo habitual se relaciona con numerosas enfermedades, así como con el sobrepeso, ya que no son una alternativa precisamente sana para nuestra dieta. Aun así, muchos siguen disfrutando cada día de estos productos, aun sabiendo incluso los riegos que provocan. En este artículo vamos a analizar a fondo la situación de los alimentos ultraprocesados y porque tienen tanto éxito.

Qué son alimentos ultraprocesados

Podríamos definir estos alimentos como las preparaciones industriales comestibles realizadas en base a numerosos ingredientes, tomados de alimentos reales pero pasados por muchos filtros y procesos que finalmente hacen que se obtenga un producto no natural, pero apto para el consumo. Aquí podemos meter desde la bollería industrial y las galletas hasta las bebidas azucaradas y por supuesto, también los platos precocinados. Todo aquello que se haya preparado y haya pasado por un proceso específico para aumentar su sabor, para añadirle conservantes, colorantes, etc… se considera como un alimento ultraprocesado. Y lo peor es que a través de esos procesos es como se vuelve perjudicial para nosotros, por contar normalmente con un gran aporte calórico y un sabor muy intenso, pero con pocas vitaminas o minerales que aportarnos.

Ejemplos de alimentos ultraprocesados

Los alimentos ultraprocesados están por todas partes, y algunos nutricionistas incluso afirman que el 90% de todo lo que hoy se puede comprar en una tienda o supermercado cualquiera se puede encajar dentro de ese grupo de los ultraprocesados. Puede parecer una exageración, pero si nos ponemos a mirar los ingredientes de cualquier caja de cereales, chocolatinas o productos que encontremos en el super seguramente nos llevaremos una sorpresa. Todo lo que tenga saborizantes, sales y azúcares en exceso, aceites, colorantes y todo tipo de añadidos se puede considerar como ultraprocesado. Y así vamos desde los zumos de fruta, que por supuesto no son  naturales, hasta las bebidas carbonatadas como los refrescos, pasando por todo el pan que consumimos si es de molde, por ejemplo.

Existen también alimentos ultraprocesados en lo que a carne y pescado se refiere, sobre todo en el grupo de los cárnicos que ya vienen preparados. Desde los embutidos hasta las salchichas y hamburguesas, que no son naturales por más que lo ponga en el propio paquete. El helado es también un ultraprocesado bastante popular, del que todo el mundo come, sobre todo en los meses de más calor. Encontramos también esas margarinas untables, e incluso las mermeladas, que pueden presumir de tener trozos de fruta, como los yogures, pero no son precisamente naturales y nos llevaríamos las manos a la cabeza si supiéramos la cantidad de ingredientes extra que tienen. Las salsas también son un grupo bastante importante de alimentos ultraprocesados, y es complicado librarse de ellas en muchos casos.

Alimentos ultraprocesados ¿qué dice la OMS al respecto?

Desde la Oganización Mundial de la Salud, dependiente de la ONU, se lleva tiempo dando la voz de alarma sobre la preocupante expansión de este tipo de alimentos que cada vez son más populares alrededor de todo el globo. Bien instaurados ya en países desarrollados de Europa y Norteamérica, ahora estos preparados están llegando a otros países de Latinoamérica o Asia, donde se han convertido en muy populares, a pesar de las advertencias de los expertos en nutrición, alertando sobre los problemas que se pueden derivar de su consumo reiterado. Y es que la gran cantidad de añadidos que poseen estos ultraprocesados influyen en la forma de trabajar de nuestro organismo.

Los conservantes, colorantes, saborizantes, el azúcar y la sal en exceso, provocan no solo un aumento de calorías que puede desembocar en el tan temido sobrepeso, sino también una situación problemática en nuestro cuerpo para poder asimilar esa cantidad ingente de productos que en realidad no necesitamos. Saben muy bien y son deliciosos, pero también muy malos para nuestra salud, y desde la OMS y las demás asociaciones y organismos médicos se insta a la población a reducir el consumo de los alimentos ultraprocesados, cambiándolos por alimentos cien por cien naturales y reales que nos permitan disfrutar de todo el sabor auténtico de esos platos, así como de sus beneficios para nuestro cuerpo.

¿Hay alimentos ultraprocesados buenos?

El método de procesamiento de los alimentos no siempre es el mismo, así que tampoco hay que afirmar que todos los procesados son iguales. De hecho, habría que separar entre los procesados y los ultraprocesados. En el primer caso podríamos incluir las conservas de pescado como el atún, la caballa, el bonito o los mejillones, que se mantienen casi de forma natural, solo que con aceite y un poco de sal. De la misma forma existe tomate frito que es casi natural, salvo por algunos componentes, y eso sería procesado, no ultraprocesado. No son alimentos cien por cien naturales, pero tampoco son tan nocivos como los otros. Las legumbres que vienen en tarros, el pan integral o las pastas integrales también son buenos ejemplos de alimentos procesados que aun así, no son tan perjudiciales para nuestra salu